Para empezar el proceso de colocación de extensiones lisas, tu cabello debe estar recién lavado y limpio de restos de lacas, espumas, geles, y otro tipo de impurezas. A continuación realizarás un buen cepillado, desde la raíz a las puntas. Con esto conseguirás separar bien las raíces de tu pelo y la colocación de las extensiones resultará mucho más sencilla.
Es importante peinar y planchar bien tu cabello antes de colocar las extensiones lisas, para conseguir un resultado perfecto, sin que se noten diferencias entre tu pelo y el pelo de las extensiones. Este es un paso delicado por lo cual hay que hacerlo poco a poco y sin prisas.
En el siguiente paso, dividirás tu cabello en secciones lineales de lado a lado de la cabeza, de forma horizontal en la altura donde desees colocar la primera capa de pelo artificial, comenzando desde abajo y realizando las fijaciones con grapas, clip, y otros métodos de sujeción.
El proceso continúa capa por capa, hacia la parte de arriba, procurando que las líneas de división queden lo más rectas posibles, sujetando las extensiones desde la raíz de tu cabello. El aspecto final será un look natural, pues tu pelo natural tapará las raíces de las extensiones lisas y conseguirá que sean invisibles.
En cuanto a la fijación de las extensiones, existen básicamente tres formas de sujetarlas. Los clips o grapas se utilizan igual que una horquilla, es decir, para quitar y poner de forma diaria. Si utilizas cápsulas de queratina, este tipo de cápsulas se integran a un mechón de tu pelo. El fijado es duradero y permanente. Otra técnica considerada semifija es la de las grapas metálicas, que se colocan con una tenaza específica para este tipo de extensiones.