Tanto la mandarina como su hermana mayor la naranja, son dos de las frutas más consumidas durante el otoño e invierno. Su agradable sabor, y facilidad para pelarla y consumirla, junto con las numerosas propiedades de la mandarina y beneficios derivados de su consumo, la convierten en un dulce y saludable aperitivo, perfecto para comer en cualquier momento. Generalmente se consume en su estado natural, o exprimida en forma de zumo de mandarina. Además es muy utilizada como ingrediente para diferentes platos, generalmente en postres y en repostería.
Vamos a repasar alguna de las fantásticas propiedades de la mandarina.
El primero de los beneficios de la mandarina, común a todos los cítricos, es su elevado contenido en Vitamina C. Aunque presente en menor cantidad que en frutas como la naranja, el limón, el pomelo o las fresas, el contenido en esta vitamina en las mandarinas sigue siendo importante. Por todos es conocido el efecto antioxidante de la Vitamina C, bloqueando la acción de radicales libres y ayudando a prevenir enfermedades degenerativas, cardiacas e incluso algunos tipos de cáncer. Además las mandarinas son una importante fuente de carotenoides, sustancias que también cuentan con una potente acción antioxidante.
El consumo de Vitamina C, también resulta fundamental para el correcto funcionamiento del sistema circulatorio, ya que impide la acumulación de grasa en las arterias. Esto permite reducir los niveles de presión arterial y el consiguiente riesgo cardiovascular, previniendo además enfermedades como la arteriosclerosis.
Por otra parte, el consumo de cítricos refuerza nuestro sistema inmunológico, siendo la mejor vacuna que podemos utilizar contra gripes, resfriados u otras afecciones propias del invierno.
Otra propiedad de la mandarina, derivada de su contenido en Vitamina C, consiste en que facilita la absorción de hierro por parte del organismo. Por ello estamos ante una fruta muy aconsejable para tratar procesos anémicos o para mujeres con menstruaciones abundantes.
Destacar además los niveles de potasio presentes en la mandarina, mineral que interviene de manera determinante en las funciones muscular y nerviosa. Esto unido su alto contenido en agua y bajo aporte calórico hacen de esta fruta muy apreciada por deportistas, ya que actúa como una bebida isotónica natural, permitiendo recuperar rápidamente los nutrientes perdidos por la actividad física.
Como último beneficio de la mandarina, podemos mencionar su contenido en ácido fólico, el cual también podemos encontrar en fresas, uvas o brócoli. Esta sustancia está especialmente recomendada para mujeres embarazadas, ya que influye de manera determinante en el correcto desarrollo fetal.
Seguro que tras conocer estas sorprendentes propiedades de la mandarina, disfrutarás todavía más de su dulce sabor. No olvides compartir este artículo con tus amigos en tu red social favorita, y recuerda que esperamos tus comentarios.